...hay que interpretar que el film
parte de una herencia muy anterior al Dogma 95: la historia de amor que enloquece al protagonista o el metalenguaje formal de cine dentro del cine cuenta con mil y un referentes. Pero sin duda es hija del Dogma 95, y eso la convierte en una película fronteriza, visagra entre el mundo Dogma y las nuevas mutaciones de un cine aparentemente sencillo y desaliñado al que los no iniciados llamarían experimental o de bajo presupuesto. Todo ello hace de Offscreen una especie de pastiche extraño que mira a Los idiotas pero también a El proyecto de la bruja de Blair, que emparenta con ciertas tónicas del nuevo cine documental y que a su vez recrea un Big Brother con final paranoico (o Bro Brother, si tomamos el nombre del actor protagonista). Obviamente el Dogma 95 inicial no aspiraba a tanto, y en parte murió porque a medida que se inscribían nuevas películas bajo la normativa del decálogo iban entrando en contradicción con la teoría del mandato (ni tan siquiera Celebración, primer título dogma, respeta al pie de la letra su impostado manual de fabricación). Offscreen demuestra que el Dogma 95 sigue coleando y todavía tiene la capacidad de sorprender a nuevos espectadores. Sigue intacta la inventiva, los ánimos de provocación y una mezcla entre sátira festiva y crítica dilapidaria. El Dogma arrancó en el 1995. Offscreen es una película danesa del 2006 y demuestra que el estilo y la ética Dogma sigue vigente.